El cónsul de Burdeos, un héroe portugués que salvó a 30.000 personas
Una
Durante todo ese proceso recibió la colaboración del diplomático español Eduardo Propper de Callejón, que proporcionó los visados para el paso por España.
Por su hazaña, el cónsul fue expulsado del cuerpo diplomático portugués y murió en la miseria y en el olvido. Sus hijos tuvieron que emigrar, y sus nietos se esfuerzan ahora por rehabilitar en Portugal y en el resto del mundo su figura.
El dictador Salazar le despojó de su cargo, de su sueldo y de su salida profesional. El cónsul fue obligado a jubilarse sin pensión y vivió el resto de su vida malvendiendo el patrimonio familiar.
De Sousa Mendes y Propper de Callejón fueron reconocidos como «Justos entre las Naciones» por el Estado de Israel.